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miércoles, 16 de septiembre de 2015

Escudo de los Canónigos Regulares de Letrán

La parroquia Nuestra Señora del Valle,  cuyo templo está ubicado en Córdoba al 3300 de Buenos Aires, es atendida ad nutum Sanctae Sedis por los Canónigos Regulares de Letrán.

Interior de la iglesia  de Nuestra Señora del Valle
Los Canónigos Regulares de Letrán forman parte de una institución antiquísima, la de los Canónigos Regulares, que surge por inspiración e iniciativa de algunos obispos de los primeros siglos de la Iglesia, de modo particular de San Agustín,  quien siendo Obispo de Hipona, quiso llevar una vida común con sus sacerdotes,  compartiendo los bienes.  

Sin embargo,  la Orden Canonical no hace su aparición en la historia de un modo jurídico y organizado hasta el siglo XI. El reconocimiento oficial de la vida religiosa de los clérigos tiene lugar con el Sínodo Lateranense del 1059, por obra de Hildebrando,  futuro Papa Gregorio VII. Las diversas comunidades fueron reagrupadas bajo la denominación de Orden de los Canónigos Regulares de San Agustín: aunque ya de hecho seguían el modelo de San Agustín, ahora adoptaban expresamente la regla. Los Canónigos Regulares de Letrán pertenecen a esa Orden.


Sede Presidencial en la iglesia de Nuestra Señora del Valle

Leemos en las Constituciones de los Canónigos Regulares de Letrán:
1. Siguiendo el ejemplo de San Agustín  (...)  los Canónigos Regulares Lateranenses somos clérigos que participamos del sacerdocio de Cristo, el Salvador del mundo, y lo ejercemos en la vida religiosa común para servir al Pueblo de Dios "con el fin de edificar el Cuerpo de Cristo", que es la Iglesia.
2. Somos  llamados Canónigos Regulares de San Agustín, de la Congregación del Santísimo Salvador de Letrán. Este nombre revela un resumen de nuestra historia: "Canónigos", es decir,  miembros del clero en el "canon" de las iglesias locales, indica el período inicial de la historia; "Regulares", ya que, estimulados por la reforma gregoriana iniciada por el Sínodo de Letrán, hemos adoptado la Regla del Padre San Agustín; "de Letrán", porque en dos ocasiones en el transcurso del tiempo hemos servido en la iglesia que es la "Madre de todas las Iglesias" (...)
3. La Congregación de los Canónigos Regulares de Letrán forma, con otras congregaciones de orden canonical, la Confederación de los Canónigos Regulares de San Agustín

Todos estos datos tienen su importancia a la hora de comprender el escudo de la congregación, que, como vemos,  se halla bordado en el respaldo de la sede del celebrante en la iglesia porteña que mencionamos al principio.



Algunas fotos, tomadas más de lejos, son del 2 de noviembre de 2014, y las más cercanas las tomé justamente el domingo 9 de noviembre de 2014, es decir, en la Fiesta (Solemnidad en el calendario propio de la congregación) del Aniversario de la Dedicación de la Basílica del Santísimo Salvador ("San Juan de Letrán"), que da nombre a los Canónigos Regulares de Letrán. La Basílica del Santísimo Salvador (también conocida como "San Juan de Letrán") es la Catedral de Roma. 




Del sitio "Ceremonia y Rúbrica de la Iglesia española" obtenemos algunos datos acerca del escudo de los Canónigos Lateranenses:  

"El escudo oficial de los Canónigos Regulares de Letrán, en uso hasta el año 1970.  



Siempre el capelo episcopal (debería ser de color verde, pero las monjas lo bordaron así). El águila de San Juan, en alusión a la Basílica Lateranense, sostiene una un escudo tipo inglés, que está divido horizontalmente en seis espacios rojos y seis blancos. En el centro en un rombo la imagen del Salvador del Mundo, titular de la Congregación. A ambos lados de la cabeza del águila se encuentran la mitra y el báculo".



Pero el escudo en uso actualmente no lleva  mitra ni báculo, ya que en la Instrucción “Ut sive sollicite” de la Secretaría de Estado en el pontificado de Pablo VI,  dada el 31 de marzo de 1969,  establecía que el uso de esas insignias en los escudos quedaba suprimido.




Evidentemente, el sillón es más antiguo que la norma mencionada, ya que el blasón lleva mitra y báculo acolados.






Terminemos esta entrada intentando blasonar el escudo: burelado de plata y gules; brochante, un losange de azur cargado con la efigie del Salvador, al natural; báculo y mitra acolados; como sostén, un águila explayada de sable, picada y armada de oro;  galero episcopal de cinco borlas (supuestamente de sinople) por lado.

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