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viernes, 24 de abril de 2015

En el centenario del Genocidio Armenio

No conocí a ninguno de mis abuelos. Mis abuelos paternos fallecieron cuando mi padre era aun un niño; mi abuela materna, tres años antes de que yo naciera; mi abuelo materno falleció en noviembre de 1960, apenas cinco meses antes de mi nacimiento,  cuando mi mamá tenía 25 años.

Crecí sin abuelos y en mi infancia no me pregunté demasiado por ellos. Pero en algún momento de mi vida, ya siendo un joven, comencé a rastrear en su historia. He compartido lo poco que pude averiguar acerca de mis ancestros paternos (Pomar/García) en la entrada del 3 de abril de 2013. Hoy, en el centenario del comienzo del Genocidio Armenio,  traigo algunos datos acerca de mi abuelo materno, Antonio Kalafatian, quien con su esposa Clotilde Chirinian  llegaron a la Argentina en la primera gran oleada inmigratoria armenia; veremos diversos escudos a lo largo de la entrada.


Escudo de Armenia en una vidriera, en Libertad 395.
Foto tomada desde un colectivo en movimiento, en agosto de 2013

A partir de la documentación que conserva mi madre (y que yo conocí el mes pasado), trataré de reconstruir en parte la vida de mi abuelo, haciendo algunas hipótesis que cubran las lagunas  que naturalmente tendrá esta historia.

Sé que mi abuelo materno nació en Angora (Ankara) en 1890. 




Nada sé de su vida hasta 1917,  año en que ingresó en la Legión Armenia. Mi madre recuerda que su padre contaba que se había alistado para luchar contra "los mahometanos"; también recuerda que mi abuelo hablaba de una huida que había tenido que realizar en algún momento de su vida...  y que, además, él solía cantar "La Marsellesa".  A partir de estos primeros datos, podemos orientar una investigación y formular algunas hipótesis.

Comencemos por la Legión  Armenia. En Wikipedia en francés encontramos (la traducción es mía) que "la Legión Armenia, establecida gracias al acuerdo franco-armenio de 1916, era una unidad de la  Legión Extranjera en el ejército francés".  Estaba formada por "voluntarios armenios y de la milicia armenia" y durante la Primera Guerra Mundial se batió contra el Imperio Otomano. Su nombre inicial fue Legión de Oriente. Fue rebautizada Legión Armenia el 1° de febrero de 1919. Los soldados de esta unidad eran denominados informalmente entre los armenios como Gamavor (« Voluntario »).

En el siguiente documento oficial de las Tropas Francesas del Levante aparece valiosa información acerca de mi abuelo en aquellos años.




Leemos en Europeana 1914-1918  (traducción mía, del original francés):
"Después de negociaciones en septiembre y octubre de 1916, entre Boghos Nubar Pasha y las autoridades francesas, la Legión de Oriente se estableció oficialmente en El Cairo en noviembre de 1916. Iba a ser una unidad auxiliar del Ejército de Francia, y estaría compuesta de voluntarios armenios procedentes de Oriente Medio, Europa y América del Norte, cuyo objetivo era liberar a Cilicia del Imperio Otomano, con el propósito de crear un estado armenio independiente en esa región. Varias organizaciones armenias prometieron contribuciones para formar compañías de la Legión.
Después de las negociaciones con las autoridades británicas, se decidió que la formación de los voluntarios se llevaría a cabo en Monargue, en la península de Karpas [Carpass, Karpassia], en Chipre. El campo fue inaugurado en diciembre de 1916 por los refugiados del genocidio armenio y en enero de 1917 comenzó la llegada de los voluntarios, que  continuó durante 1917 y 1918. La selección y la formación eran bastante estrictas. (...). En total, hubo 4.124 voluntarios, que formaron tres batallones. El comandante del campo era el Teniente Coronel de Infantería Luis Romieu (...). La formación se completó en mayo de 1918 y entonces la mayoría de la Legión fue desplegada en Palestina (...).  El tercer batallón abandonó Chipre en octubre de 1918. En diciembre de 1918, la Legión - que constaba de cuatro batallones, 4.386 soldados y 66 oficiales - se estableció en la región de Cilicia, como parte del mandato francés, donde permaneció hasta que fue disuelta en agosto de 1920. En febrero de 1919 se la llamó oficialmente Legión Armenia (Legión Arménienne). Tras la disolución de la Legión, sólo un número muy pequeño de los legionarios regresó a Chipre (...)".
Varios de estos datos son totalmente compatibles  con la información que surge de la "ficha" de mi abuelo.

Él, que aparece allí con un nombre falso (Antoney Josephian), se enroló en la Legión Armenia el 11 de marzo de 1917 en Monargue; provenía de un "camp de p.g.": ¿será "p.g." la abreviatura "prisonniers de guerre" (prisioneros de guerra)? Eso quizás explicaría el cambio de nombre, y sobre todo los tatuajes que llevaba en los brazos, ya que mi madre recuerda que al menos uno de ellos consistía en un número. No es descabellado pensar que ese número era 968.





El certificado que hemos visto corresponde a su retiro de la fuerza, en agosto de 1919. 

El siguiente certificado de buena conducta confirma los datos que hemos aportado.




Una nueva laguna se abre sobre la vida de mi abuelo desde 1919.  Probablemente llegó en efecto a Constantinopla, lugar donde según el certificado deseaba retirarse, ya que allí se casó dos años después con Clotilde Chirinian, mi abuela.




En noviembre de 1922 nació también allí su primera hija, mi tía, que fue bautizada en enero de 1923 en la iglesia de San Juan Crisóstomo de Constantinopla.



En este certificado aparece nuevamente el apellido "original", que sin embargo, como veremos, no volverá a ser usado por mi abuelo ni por sus hijos hasta fines de 1934.

Muy pronto encontramos a mi abuelo ya en la Argentina. Con su esposa y su hija de apenas un par de meses, llegó a Buenos Aires en ese mismo año 1923  (aparentemente emprendieron viaje inmediatamente después del bautismo de mi tía Filomena) y se instaló en el barrio de Palermo.  Aunque en diversos domicilios, mis abuelos vivieron siempre en ese barrio,  donde se afincaron también muchos otros inmigrantes de su misma nacionalidad.

Desde aquí el matrimonio mandó llamar a la hermana menor de Clotilde, que vivía en la localidad francesa de Grasse,  y probablemente era menor de edad:




Eugenia, es decir mi tía abuela, es descripta como "joven" y "huérfana"; había llegado a Grasse en 1922 y en enero de 1924 es mandada llamar  "de urgencia por su cuñado, actualmente en Buenos Aires". En marzo de 1924 obtuvo un certificado de buena conducta del Ayuntamiento de Grasse; es dable suponer que eran requisitos para emprender el viaje a la Argentina, lo que efectivamente hizo en fecha desconocida. 


Escudo de Grasse (en el encabezamiento del sitio oficial de la ciudad)

Conocí a esa tía abuela:  se instaló en Córdoba y  allí la visitamos en  un  par de ocasiones, siendo yo un niño. Recuerdo el viaje de varias horas en tren hacia la capital cordobesa, y también recuerdo que me llamaba la atención que viviera, justamente, en el Barrio Armenia de esa ciudad. 

En 1925 nació el segundo hijo de mis abuelos,  el único varón y el primer argentino:  mi tío José.  

Ambos hijos (Filomena y José) llevaron en sus primeros años el apellido Ohsebian, pero en 1934  su padre hizo el trámite para recuperar su apellido original.  Como vemos, el apellido ficticio tuvo a su vez varias variantes,  como era bastante común en esos tiempos...



Quiso el azar que cerca de cuarenta años después yo tuviera como profesor a un compañero del colegio de mi tío José. Este docente me contaba la sorpresa que había significado para él, y para los demás compañeros de mi tío, que quien hasta un cierto año de su escolaridad se llamaba "José Ohsebian" de repente al año siguiente se llamara "José Kalafatian". Similar anécdota relataba otro compañero de mi tío, que era el padre de un amigo mío de la adolescencia.

En 1935 nació mi madre, tercera y última hija del matrimonio de mis abuelos; ella llevó siempre el apellido "original", Kalafatian, y vivió hasta los 40 años en el último domicilio de mis abuelos, que fue también mi hogar desde que nací hasta 1976, y estaba ubicado en Julián Álvarez y Guatemala.

Por largos años, mis abuelos mantuvieron contacto epistolar con parientes que vivían en Francia.  Mi madre conserva algunas de las cartas venidas desde allí: la más antigua es de 1939 y la más reciente es una participación de casamiento de 1971, todas en francés.  Puedo inferir de ellas los nombres de algunos de los hermanos de mi abuelo (según mi madre, eran diez hermanos; sin embargo, sólo tres aparecen en las cartas: ¿cuál habrá sido el destino de los restantes, nunca mencionados?). Ellos son: Gregorio, Juan y Eugenia. Hay otros nombres en las cartas, pero es difícil establecer el parentesco que une a unos y otros.

Por el estrecho lazo que une a la Heráldica con la Genealogía, creo que este relato no está fuera de lugar en un Blog como este. Por otra parte, siempre me sentí vinculado con mis ancestros armenios, y en numerosas ocasiones participé, cada 24 de abril, de las misas en Rito Armenio que solían celebrarse en la Catedral de Buenos Aires.

Hoy, en el centenario de aquel genocidio que, de una u otra manera, influyó en la vida de mi abuelo y lo hizo venir a la Argentina, para rendir homenaje a las víctimas y a la nación de mis antepasados, nos detendremos en el escudo de Armenia. Hace un par de años fotografié este escudo, en una vidriera, un domingo por la mañana desde el colectivo en movimiento:





La Constitución de la República de Armenia, en su artículo 13, dice (en traducción propia del original en francés publicado en el sitio oficial del Parlamento Armenio):
La bandera de la República de Armenia es tricolor, con tres franjas horizontales iguales, en rojo, azul y naranja.
El escudo de armas de la República de Armenia representa en un escusón, en el centro, al Monte Ararat con el Arca de Noé;  y las armas de los cuatro reinos de la Armenia histórica. El escudo es soportado por un águila y un  león, mientras que por debajo del mismo están representados: una espada, una rama, un manojo de espigas, una cadena y una cinta.
La descripción detallada de la bandera y del escudo será objeto de una ley.



Del blog "Cultura Armenia"  obtenemos estos datos que configuran casi una descripción simbólica:
Águila sagaz y observadora desde el aire, León feroz y rey de las bestias, sosteniendo el blasón con los colores de la bandera armenia, y en los vértices los cuatro únicos reinados independientes en 4500 años, y al corazón el Arca de Noé sobre el Ararat.
Sostenido por la espada de la lucha, las cadenas rotas de la libertad, el trigo del pan y el trabajo y la pluma de la capacidad intelectual y la búsqueda permanente de la sabiduría de un pueblo milenario.
Sea este el homenaje, a través de la Heráldica, a mis ancentros,  al noble pueblo armenio, y a las víctimas del genocidio iniciado un día como hoy, hace 100 años.  

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